El extremo controla el balón y supera a su defensor con un rápido amago. Se la pasa a un compañero en el centro, que avanza antes de lanzar un pase elevado sobre la defensa hacia el canal. El centro llega al borde del área pequeña donde Gabi Morad está esperando.
El delantero da un paso atrás, se lanza al aire y conecta con una chilena. A toda potencia con su pie derecho. El portero no se mueve.
El balón golpea la red. Morad aterriza, sus compañeros lo rodean. A los 38 años, acaba de marcar el gol que su hijo le ha estado desafiando a marcar durante años.
El LSW IF sueco necesitaba esta victoria. Cada partido en la División 4 importaba si querían el ascenso, y Morad había estado cargando con el peso goleador toda la temporada. Este gol, en este momento, los mantuvo en camino hacia lo que se convertiría en un título de liga y el ascenso a la División 3. Morad terminaría como máximo goleador con 33 goles en 22 partidos.
Pero el gol en sí no era sobre la tabla de posiciones. Era sobre algo que su hijo menor le había estado pidiendo que hiciera.

El desafío desde casa
"La única manera de alcanzarlo era intentar una chilena, una técnica que mi hijo menor ama por completo", dice Morad. "Me ha desafiado muchas veces a marcar un gol de chilena, así que en esa fracción de segundo, casi sentí su voz en mi mente".
Las chilenas no son algo que la mayoría de los jugadores de 38 años intenten en partidos competitivos. El timing tiene que ser perfecto, la técnica exacta, y las consecuencias de hacerlo mal a esa edad son reales. Pero cuando llegó el centro, Morad no pensó en nada de eso.
"Simplemente reaccioné", dice. "Confié en mis instintos, y estoy agradecido a Dios por darme la fuerza y la capacidad física para seguir rindiendo a este nivel".
La conexión fue limpia. El tipo de remate donde sabes inmediatamente que va a entrar. Su hijo practica chilenas constantemente, habla de ellas, sueña con ellas. Ahora su padre había marcado una en un partido que importaba.
"Cuando vi el balón golpear la red, sentí una gratitud abrumadora hacia mis compañeros y especialmente hacia mi hijo, quien me inspira más de lo que él sabe", dice Morad.

Lo que significa a los 38
Jugar fútbol en la División 4 a los 38 requiere algo diferente que a los 28. El cuerpo no se recupera de la misma manera. Cada partido es un recordatorio de que el tiempo sigue avanzando."
A los 38, no doy por sentado ningún momento en el campo", dice Morad.
Esa conciencia hace que momentos como este importen más. La chilena que su hijo quería ver. El gol que ayudó a asegurar tres puntos en una carrera por el ascenso. La prueba de que aún puede hacer cosas que la mayoría de los jugadores de su edad han dejado de intentar.Morad ha visto el gol muchas veces desde el partido. Cada vez que lo ve trae la misma respuesta.
"Me lleno de alegría y gratitud", dice. "Una chilena es una técnica tan difícil, y verla ejecutada tan bien me hace reflexionar más sobre la inspiración detrás de ella".
La inspiración es su hijo menor. El niño que practica chilenas en el jardín, que desafía a su padre a marcar una en un partido de verdad, que cree que su papá todavía puede hacer cosas imposibles en un campo de fútbol."Poder darle esa alegría, mostrarle que su padre realmente lo hizo, me llena de orgullo y felicidad", dice Morad.

Prueba documentada
El gol fue grabado en Veo, dándole a Morad algo que puede compartir con su familia durante años.
"Se siente increíble, y honestamente un poco surrealista", dice. "Estos momentos no suceden a menudo, especialmente no a mi edad, así que poder compartirlo con mi familia y mostrarle a mi hijo que finalmente logré el desafío que me propuso significa mucho".
El fútbol ha sido parte de toda la vida de Morad. Años de trabajo, disciplina, lesiones, recuperación. El apoyo de su familia. La pasión de sus hijos. Tener este momento capturado significa algo específico.
"Compartir este recuerdo con mi familia, y especialmente con mi hijo quien inspiró el gol, lo hace aún más significativo", dice Morad.
El LSW IF ganó la liga esa temporada y se ganó el ascenso a la División 3. Los 33 goles de Morad en 22 partidos lo convirtieron en el máximo goleador. La chilena contra una defensa que no pudo detenerla fue solo uno de esos 33, pero es el que su hijo recordará.
Presentado para reconocimientoEl gol de Morad ha sido presentado para el People's Puskas de este año, que destaca los mejores goles marcados lejos de los estadios más grandes.
"Es un gran honor", dice Morad. "Nunca imaginé que un gol mío, especialmente a los 38, sería considerado para algo como el People's Puskas".
La nominación está dedicada a su familia. La esposa e hijos que lo apoyan en cada temporada, cada partido, cada recuperación de una lesión. El hijo menor que finalmente pudo ver a su padre marcar una chilena en un partido competitivo."Momentos como este se sienten aún más especiales sabiendo cuánta alegría les trae a ellos", dice Morad.
A los 38 años, jugando fútbol de División 4 en Suecia, llevando a un equipo al ascenso con 33 goles, luego marcando una chilena porque tu hijo te desafió a hacerlo. Esa es la historia. Eso es lo que importa.
¿Puedes superar eso?